Caminar cerca de la UNI puede ser una experiencia singular, por la
diversidad de peligros a los que uno puede estar expuesto. Los exteriores de la
Universidad Nacional de Ingeniería generan un gran flujo de personas y
vehículos, debido a su contexto de intercambio modal. Sirve como uno de los
destinos más frecuentados del servicio de buses expreso Metropolitano (Estación
UNI), gran afluencia de taxis, combis, microbuses, buses y, por supuesto,
peatones. El polo educativo generado por la Universidad, colegios como el Mercedes
Cabello, academias de preparación universitaria y un gran número de pequeños
negocios relacionados con la imprenta y servicios de ingeniería, genera un gran
flujo peatonal, cuyo movimiento se mezcla con un tránsito vehicular denso y sin
control particular, generando conflictos permanentes entre el flujo de
autos/buses con el flujo peatonal.
Fig. 01. Esquema de la zona de análisis.
(Basado en Google Maps).
Fig. 02. Intersección entre las avenidas Túpac Amaru (sentido principal)
y Av. Eduardo de Habich (perpendicular a la derecha) (Foto: Google Street View)
La primera parte de este viaje peligroso empieza justamente en la Av
Túpac Amaru, en aquellas zonas de espera semafórica para el cruce de peatones,
en los que se quedan en actitud de inicio de caminata, midiendo la velocidad de
los vehículos que se avecinan. Algunas observaciones realizadas (Escriba et al,
2016) indican que alrededor del 20% de las personas que están en el cruce de
las Avenidas Túpac Amaru y Eduardo de Habich se encuentran en zonas de espera semafórica,
es decir, en la isla de espera de la Estación Metropolitano y el sardinel que
divide el carril exclusivo de buses y la Av. Túpac Amaru.
Fig. 03. Mediciones del Número de personas
que se encuentran entre flujos vehiculares en la Av. Túpac Amaru, cruce con la
Av. Eduardo de Habich[1].
La falta de una correcta señalización provoca confusión entre los
peatones. Algunas zonas como el lado Norte de la intersección de la Av. Túpac
Amaru con la Av. Habich carecen en absoluto de señalización, lo que puede
convertirse en un peligro real que se acrecienta por la falta de educación vial
de los peatones y por la conducción temeraria de algunos vehículos de
transporte público y de transporte privado. Muchos peatones inician la travesía
del cruce en una zona en la que no existe camino peatonal señalizado (pese a
ser un cruce frecuente, no existen señales de cebra), lo hacen arriesgadamente,
apresurando el paso o corriendo, en función del vehículo que embiste.
Fig. 04. Peatón corriendo en el cruce de la Av. Túpac Amaru ante la
embestida de un mototaxi (Ref. Escriba et al, 2016).
En el cruce peatonal y señalizado de la Av. Túpac Amaru, dirección al
Sur, también existen conflictos evidentes entre los vehículos particulares y
los peatones. Los vehículos avanzan en medio de los peatones, inclusive
activando la bocina para “prevenir” de su presencia a las personas. No se
observa en ningún caso la preferencia de avanzar al peatón, los vehículos
avanzarán por tramos amenazando la seguridad de los transeúntes.
Fig. 05. Flujo vehicular en medio del flujo
peatonal (Ref. Escriba et al, 2016)
Fig. 06. Flujo vehicular en medio del flujo
peatonal (Ref. Escriba et al, 2016)
Los conflictos también se presentan con mucha frecuencia en la zona de
ingreso de la puerta N°04 de la Universidad Nacional de Ingeniería (ingreso al
CEPS UNI), que sirve como acceso peatonal y de autos privados. En esta zona, no
se cuenta con un adecuado control de ingreso de vehículo y los flujos se
mezclan permanentemente, además del riesgo que supone para las personas, los
vehículos también están expuestos a un choque en razón del conflicto con los
vehículos que siguen el trayecto de la Av. Túpac Amaru en la dirección
Sur-Norte.
Fig. 07. Vehículos ingresando por la Puerta
N° 04 de la Universidad Nacional de Ingeniería (Ref. Escriba et al, 2016).
Otro de los
aspectos que generan conflictos en la zona, es la disminución del área y
geometría de tránsito disponible para los peatones, sobre todo en las zonas
críticas como las intersecciones o las veredas de acceso. En las veredas de las
Avenidas Túpac Amaru y Habich se pueden observar varios puestos ambulantes de
comida que ocupan todo el área de tránsito, lo que obliga a los peatones a
circular por la calzada reservada a los vehículos.
Fig. 08. Conflictos en la zona peatonal
(Ref. Escriba et al, 2016).
En algunos casos, la barrera física es de mayor longitud y corresponde a
cercos perimétricos provisionales que han invadido el área de la vereda,
reduciendo ostensiblemente su capacidad de circulación. En casos de evacuación,
o de flujos importantes, los peatones están forzados a invadir la calzada para
poder circular.
Fig. 09. Cerco perimétrico que reduce la
capacidad de veredas. (Ref. Escriba et al, 2016).
Saltan a la vista los principales aspectos de esta conflictiva
zona de circulación:
- - No existe señalización adecuada, la poca señalización existente puede ser confusa.
- - Las zonas de espera semafórica deben dimensionarse en función del flujo peatonal en hora pico, las áreas actuales han sido rebasadas largamente y generan riesgos entre los peatones.
- - Es evidente el bajo nivel de educación vial de peatones y conductores.
- - Se debe organizar el ingreso de vehículos por la Puerta N°04 y en el mejor de los casos, derivarlos por la Puerta de Ingreso Vehicular en el cruce con la Av. Honorio Delgado.
- - Se deben organizar las áreas reservadas para los peatones, el comercio ambulatorio y los cercos provisionales no deben recortar el espacio de tránsito.
Referencia:
Escriba, Lazo, Núñez,
Tulich, Yurivilca. Plan de gestión de seguridad para la disminución de
accidentes en las vías circundantes a la UNI. Proyecto del curso Gestión
Integrada de la Construcción. UNI FIC. 2016.
[1]
Escriba, Lazo, Núñez, Tulich, Yurivilca. Plan de gestión de seguridad para la
disminución de accidentes en las vías circundantes a la UNI. 2016.
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