Construir nueva infraestructura y
trasladarlo desde concepto hacia la materialización es un reto de imaginación,
de detalles y de cuidadosa ingeniería. Este proceso requiere diferentes
aspectos que deben ser considerados y que implican aspectos netamente de
ingeniería (cálculos, diseños, análisis, documentación), de construcción
(planeamiento, procesos constructivos, fabricación, compras, logística), de operación
y mantenimiento, de renovación y en la etapa final de demolición.
Las etapas
El Concepto: Es la idea
primigenia de la infraestructura, la necesidad básica. Se puede traducir en una
lista de requerimientos funcionales y complementarios, al mismo tiempo que se
plasma en un programa funcional. En esta etapa se definen las funcionalidades,
los parámetros de desempeño, las dimensiones generales, las alternativas
posibles (que incluyen plazos estimados y costos, así como la rentabilidad y
períodos de retorno[1]),
las cantidades principales. Los documentos técnicos necesarios son: Programas
funcionales, Memorias descriptivas, Esquemas y croquis, Condiciones Generales
de Sitio. Equivalente en BIM, Primera Dimensión (1D).
Ingeniería Básica:
Define los criterios de diseño, la superficie, el volumen, el emplazamiento o
arreglo, los aspectos arquitectónicos. Se incluyen las especificaciones
técnicas generales, los requerimientos legales y técnicos, los permisos
necesarios, los códigos, las normas aplicables, Memorias de Cálculo, Estudios
Básicos o de Sitio, Estudios de Impacto Ambiental y Social, lista de materiales
principales, listado de equipamientos principales, una programación general de
la obra, procedimientos constructivos básicos. La documentación permitirá al
cliente hacer análisis de rentabilidad, costo/beneficios, y Equivalente en BIM,
Segunda Dimensión (2D).
Ingeniería de Detalle: Se
define la información geométrica en volúmenes y con detalle suficiente para la
construcción, los detalles más específicos también se describen en la
Ingeniería de Taller. Para mayor comprensión de los detalles a construir, se
pueden vincular los parámetros de los elementos a la factibilidad constructiva,
a la interferencia física y de sistemas, al estudio de condiciones existentes,
a la propuesta de documentos para gestión comercial de materiales y equipos. Equivalente
en BIM, Tercera Dimensión (3D).
Planeamiento y Procedimientos
Constructivos: Es el proceso que relata la intervención del
tiempo mientras el elemento se construye, y tiene como propósito anticipar las
necesidades de inventario material, logístico o de procesos para que las
actividades se realicen sin interrupciones. La calidad de esta actividad
impacta directamente en la programación del transporte, almacenamiento y en el
proceso de transformación o de construcción propiamente dicho. El planeamiento
también permite estudiar diferentes escenarios de construcción, y en casos
concretos, simular las condiciones más complejas antes de la ejecución final. Equivalente
en BIM, Cuarta Dimensión (4D).
Presupuestos: La estimación
de costos está relacionada con la cuantificación de los elementos el cálculo de
los precios unitarios para obtener presupuestos, obviamente una correcta
estimación requerirá ser precisos en el cálculo del plazo y en los recursos
indirectos que se requieren para mejorar la exactitud de las cifras. Durante la
ejecución se debe realizar el control de costos y la proyección del costo al
final de la obra, que servirá a su vez para calcular la rentabilidad del
proyecto. Equivalente en BIM, Quinta Dimensión (5D).
Evaluación de Sostenibilidad:
Cubre la evaluación sobre el impacto de la infraestructura en tres ejes:
Sociedad, Medio Ambiente y Economía. Dentro de los aspectos que deben evaluarse
en torno a la construcción, se encuentran el uso de la energía (modelamiento y
simulación del comportamiento energético), la sostenibilidad propia de los
materiales (huella hídrica, huella carbono, agotamiento de recursos, huella
social, etc.) y la gestión en la construcción orientada a la evaluación del
desempeño mediante certificaciones acreditadas. Equivalente en BIM, Sexta
Dimensión (6D).
Operación y Mantenimiento:
La gestión de la operación y mantenimiento[2]
de la infraestructura está orientada a la evaluación de los aspectos
relacionados a los usuarios, como el confort de los ocupantes, la eficiencia
energética, el manejo del espacio, la calidad ambiental interior, el mantenimiento
y las operaciones considerando la relación con el entorno. La evaluación en
tiempo real de los diferentes parámetros asociados al desempeño de los
diferentes sistemas de la infraestructura, puede estar vinculado a un sistema
de información que toma datos en tiempo real, y que pueden ser tratados para
optimizar el tiempo de respuesta, y crear en el mismo periodo un registro
histórico que puede ayudar en la predictibilidad. También incluye las actividades de renovación
(se pueden hacer simulaciones de uso) y de optimización de los rendimientos
energéticos, de uso de agua y de otros recursos inherentes a la operación de la
infraestructura (incluyen planes de evacuación, planes de emergencia, planes de
ampliación por etapas, etc.). Equivalente en BIM, Séptima Dimensión (7D).
Prevención de Accidentes y Salud
Ocupacional: La industria de la construcción es una de las más
peligrosas, la frecuencia de accidentes es entre 3 a 5 veces mayor que el
promedio de la industria productiva[3].
La incorporación de las medidas preventivas desde la etapa de diseño genera
inmediatamente conciencia sobre los peligros durante el proceso constructivo,
las medidas que se pueden implementar, y conciencia de los peligros y riesgos
en los planificadores y ejecutores del Proyecto. Equivalente en BIM, Octava
Dimensión (8D).
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