viernes, 17 de febrero de 2017

La congestión vial en el perímetro de la UNI

La intersección entre la Av. Túpac Amaru y la Av. Eduardo de Habich es uno de los tantos focos de congestión de la ciudad de Lima, y en particular, en el tránsito de personas de Sur a Norte, y viceversa, hacia los distritos de Independencia, Comas, Puente Piedra, etc.
Estas preocupaciones se traslucen en la percepción de los peatones que circulan por el perímetro de la Universidad Nacional de Ingeniería. En una encuesta realizada entre las personas de esta zona (Ref. Castillo et al, 2016), indican que entre las principales preocupaciones se encuentran el humo de los vehículos y características del mal servicio del transporte público.


Fig. 01. Encuesta sobre la percepción de inquietudes de peatones en el perímetro de la UNI (Castillo et al, 2016).

Unas de las causas evidentes de la congestión es el tránsito desordenado del transporte público no regulado. Según mediciones realizadas (Castillo et al, 2016) en la Av. Túpac Amaru, se pueden observar en el perímetro de la UNI que el Transporte Público informal tiene velocidades que fluctúan entre 5 y 15 km/h, cuando estas avenidas tienen velocidades de diseño de más de 50 km/h, lo que evidencia la subutilización del espacio público y de la disminución del nivel de servicio para los usuarios de este sistema.

Fig. 02. Fluctuación de la velocidad del sistema de transporte público no regulado en la Av. Túpac Amaru, dirección Norte Sur[1].

Las mediciones a flujo libre indican que la velocidad promedio del servicio de transporte público (antes de las 6 am y después de las 10 pm) puede llegar hasta 35 km/h en promedio, lo que se podría considerar como la máxima velocidad operacional del sistema.

Fig. 03. Fluctuación de la velocidad del sistema de transporte público no regulado en la Av. Túpac Amaru, dirección Sur – Norte. (Ref. Castillo et al, 2016)

Las mediciones tan bajas durante el día en valores que son inferiores a 15 kph durante el día, revelan las fallas del sistema, que son provocados porque las unidades de transporte se detienen en zonas de flujo peatonal para negociar el abordaje, sin importar si la zona tenga señalización para ser considerado un paradero de este sistema de transporte.

En este tramo de la Av. Túpac Amaru también se ha puesto en evidencia la antigüedad del Parque Automotor del servicio de Transporte Público, más del 80% de este parque automotor tiene más de 10 años de uso, y más del 70% del total, más de 20 años de uso, y en promedio, con una antigüedad de 31 años, mucho mayor que el promedio del vetusto parque automotor limeño (según Bus Rapid Transit[2], el parque automotor limeño tiene una antigüedad de 19 años). Las mediciones se tomaron con el método de plaqueo (registro de placas en los exteriores de la UNI) y se contrastaron con la base de datos de la SUNARP.

Fig. 04. Antigüedad del parque automotor en el perímetro de la UNI. En rojo línea curva ideal de antigüedad vehicular, en azul, curva observada de antigüedad vehicular. (Ref. Castillo et al, 2006).


De otro lado, el nivel de ruido en el perímetro de la UNI supera por mucho los valores normales en los puntos de mayor congestión (cruce de la Av. Túpac Amaru y Av. Habich).



Fig. 05. Intensidades sonoras medidas en el cruce de la Av. Túpac Amaru y Av. Habich.

Las intensidades sonoras que se obtuvieron en la hora pico de la mañana fue de 80 dB +/- 15 dB, en tanto que en la hora pico de la noche fue de 76 dB +/- 13 dB[3] (Camarena et al, 2016). Ambas mediciones superan largamente las intensidades sonoras recomendadas por el Reglamento Nacional de Edificaciones, que recomiendan valores de 40 a 45 dB para aulas y oficinas, de 35 a 40 dB para bibliotecas. Una mayor fuente de ruido, requerirá en consecuencia de mayor infraestructura para el aislamiento acústico. Inclusive, el RNE sugiere protección auditiva permanente en zonas con intensidades sonoras a partir de 80 dB, lo que generaría en consecuencia que los peatones deberían utilizar protección auditiva al circular en el cruce de las Avenidas Túpac Amaru y Habich.

Fig. 06. Valores acústicos de confort, RNE.

También puede leer:



Algunas conclusiones y recomendaciones:
·       
  • Se deducen de las mediciones realizadas que el transporte público no regulado (está referido al sistema de combis, cúster y buses, no al Metropolitano) que los usuarios consideran que el ruido, el humo de los vehículos, y el mal servicio en general, son características de este sistema de transporte.
  •  Las velocidades de tránsito del sistema de transporte público en el perímetro de la UNI son muy bajas, hecho que se explica porque las unidades bloquean la circulación para el recojo de pasajeros. Esto genera un círculo vicioso de congestión.
  • El parque automotor es vetusto, con una antigüedad vehicular de 31 años, lo que aumenta los efectos de ruido y polución atmosférica.
  • Los niveles de ruido son muy altos, es necesario regular la intensidad sonora e implementar campañas para reducirlos. Caso contrario, se debería llegar a la absurda medida de utilizar tapones auditivos para no generar enfermedades de salud pública entre los transeúntes.





[1] Castillo, Lévano, Morán, Palacios, Silva. Propuesta de Sistema de Movilidad no motorizada: uso de la bicicleta para la reducción de las externalidades por la congestión en vías circundantes a la UNI. 2016.
[2] Bus Rapid Transit Centre of Excellence. Asesoría experta para la ejecución de un estudio comparativo indicadores de ciudades latinoamericanas. 2012.
[3] Camarena, Mantilla, Núñez, Rojas, Villanueva. El ruido y la polución atmosférica en las vías circundantes a la UNI y cómo disminuirlos. Proyecto de investigación del Curso Gestión Integrada, UNI FIC. 2016.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buen trabajo. Trata de salir de los paradigmas que tiene Lima.