miércoles, 13 de enero de 2021

Brecha de Infraestructura

 La infraestructura se define como el conjunto de obras de ingeniería, equipamiento e instalaciones de larga vida útil que constituye la base para la prestación de servicios o que soporta la movilidad y generación de recursos para el sector productivo, la industria y los hogares. Dentro de la infraestructura, se pueden tipificar principalmente los siguientes  (Daniel Perrotti, Ricardo Sánchez, 2011):

a.      Infraestructura económica: que están vinculados directamente con el sector productivo y la creación de empleos, básicamente transporte, telecomunicaciones y energía.

b.      Infraestructura social: asociadas al bienestar directos y necesidades fundamentales de la población, representado principalmente por la infraestructura para el agua (presas, canales, redes de agua potable y alcantarillado, educación, salud).

c.      Infraestructura de medio ambiente: orientado a la recreación y a la preservación de áreas naturales.

d.      Infraestructura de información y conocimiento: orientado a la comunicación social y conservación y difusión del acervo científico y cultural, y que está constituido por la infraestructura de antenas, satélites, televisión por cable.

Se definen además dos tipos de brechas:

Brecha horizontal: Está asociado a un objetivo determinado, que puede ser los términos comparativos de infraestructura de otros países u objetivos estratégicos del país (p.e. Objetivos del Milenio).

Fig. 1. Brecha horizontal de un parámetro.

Brecha vertical: Se refiere a la evolución de los factores que generan coherencia entre la evolución de la oferta y la demanda, es decir, para mantener un crecimiento equilibrado del mercado de productores y consumidores.

Fig. 2. Brecha vertical, que permite sostener el crecimiento equilibrado.

La brecha planteada de esa forma, pretende establecer una cascada de indicadores que permita ir consiguiendo progresivamente nivelar las condiciones ideales para lograr los objetivos estratégicos a nivel de una nación, es decir, la brecha de infraestructura no existe sin que exista a su vez un fin superior.

De otro lado, de acuerdo a las definiciones del Sistema Invierte.pe, las brechas se definen como la diferencia entre la situación actual y la deseada según los indicadores de Calidad (medir la brecha de infraestructura mediante la capacidad operativa inadecuada) y Cobertura (medir la brecha del acceso a los servicios públicos respecto a la demanda). Las brechas sectoriales se definen previamente, y cualquier proyecto de infraestructura de los diferentes niveles de gobierno debe estar alineada a estas definiciones previas. Sin embargo, muchas de estas brechas se han definido tomando como referencia a la propia infraestructura, por lo que el cierre de brechas sólo estará orientado a cubrir infraestructura perdiendo de vista el objetivo superior que ellas persiguen y en la finalidad de la eficiencia de la inversión pública (por ejemplo, el Sector Transportes y Comunicaciones tiene los siguientes indicadores para calibrar brechas (Invierte.pe, 2017): indicador 5 Porcentaje de la Red Vial Nacional por Pavimentar, indicador 17: Porcentaje de red ferroviaria para el transporte de pasajeros y carga no implementada, indicador 32: Porcentaje de la red del Metro de Lima y Callao no implementada). Bajo esta perspectiva, la única forma de cubrir la brecha, es únicamente construir infraestructura, aunque la infraestructura sólo sea una demanda derivada y no una necesidad en sí misma.

Uno de los aspectos más controvertidos es señalar la justa medida para la definición de las denominadas brechas, debido a que se ha convertido en el parámetro central de las evaluaciones de desempeño de la infraestructura. En el caso de la infraestructura de transporte, la discusión podría tornarse simplista y apuntar únicamente a la construcción de carreteras y a pavimentar las redes viales (colocación de pavimento asfáltico). Sin embargo, el sistema de transporte es más complejo, por lo que requeriría un conjunto de parámetros que puedan, en conjunto, determinar una mejor precisión en las brechas y en su vinculación con los diferentes objetivos prioritarios del país, como determinar el nivel de movilidad, reducir la tasa de accidentes en las carreteras, favorecer la conectividad e integración del territorio, disminuir los costos logísticos de los centros de producción descentralizados, reducir la polución atmosférica, disminuir la huella carbono (o aporte al efecto invernadero), aumentar la eficiencia energética, entre otros.

Bibliografía

Daniel Perrotti, Ricardo Sánchez. (2011). La Brecha de Infraestructura en América Latina y El Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas, CEPAL.

Invierte.pe, S. (2017). Reporte de valores de indicadores de brechas. Lima: MEF.

 

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